THE CURE- En las cavernas

El lugar era sombrío, guardaba algo especialmente agradable que echaba mi mente a andar con ideas ahora no tan claras, más que el fino sentimiento que hoy es motivo de estas líneas.

Aquellas tardes que movían sus colores hasta llegar al negro puro, nunca estuvieron desprovistas de música. Las melodías que llenaban aquel espacio regresan con intensidad a mí, a veces en momentos que no lo espero ni tampoco comprendo. Hoy, algunos años más tarde, el sentimiento es desbordante nuevamente.

Puedo verme e imaginarme en unas catacumbas perdidas donde los sonidos tardan en disiparse; una especie de eco queda abrazando la atmósfera misma mientras camino y respiro. Las paredes reflejan una luz casi imperceptible, de la que es imposible distinguir su fuente, es definitivamente un canal de baja temperatura que llena poco a poco los pulmones.

Siento una extraña necesidad de tocar las paredes, pero al acercarme a ellas la distancia se incrementa cambiando mi rumbo a nuevos pasillos que anteriormente no había visto. Es como un paisaje onírico, como un paraje creado por una única vez. Me interno en una pendiente ligeramente hacia abajo donde tengo la noción de ver hacia el final un punto de luz morada casi azul; se escuchan diminutos golpecitos de gotas en alguna parte del túnel, y justo en ese momento me doy cuenta de que estoy siendo observado, es como si hubiera una mirada que proviene de todos lados.

Lejos de sentir angustia o miedo, llega un sentimiento de protección, de un fraterno entendimiento que revela algo de la sabiduría del tiempo. Sigo caminando con la fuerte atracción de tocar ese tono de luz lejano, mientras la mirada del espacio etéreo se hace cada vez más presente. Me detengo súbitamente al escuchar una lejana voz... ¿Qué dice?..... Sigo caminando lentamente sin darme cuenta de que la luz se ha extinguido, tengo el extraño pensamiento de que es ahora la sorda obscuridad la que se refleja sobre las paredes. Me doy cuenta de que puedo ver, de que dentro de aquel núcleo casi muerto, creador de ausencia de luz, mis ojos cobran poder.

Es la cabeza de un enorme felino la que tengo a escasos metros de frente, sus ojos están leyendo mi mente, lo que pienso, mi repentino miedo, pueden ver el correr de mi sangre llena de adrenalina, el paso de millones de años de existencia.

Es ese el momento en el que nunca pensé que pudiera encontrarme a mí mismo, todas las columnas alrededor son inmensos hombres con fuertes deseos de romperme, y con la misma potencia de esa legendaria nostalgia, sé perfectamente ahora que ninguna forma jamás navega dentro de la obscuridad de los profundos lagos....

Abro y cierro los ojos con el ansia de ver más allá, de que la obscuridad se disuelva cambiando mi ser; que aquellos grandes ojos felinos que me abrazan con su comprensión se cierren. Respiro con toda atención al ritmo del lejano goteo, que a cada segundo aparece aún más nítido; caigo en consciencia de que siempre ha estado ahí, presente como el latido que aviva el corazón. Me aferro al suelo dejando que una misma nota me atraviese una y otra vez......

Sé que no aparecerán señales que me lleven a casa; pues dentro de las cavernas, todos los gatos somos grises...
                                                                                                       
                                                                                                      Escrita por ANDROID 101