Existen proyectos musicales, que cuentan historias pertenecientes a dimensiones alternas. Historias que se tejen en lugares, donde personajes oníricos como Jareth the Goblin King, son quienes gobiernas aquellosparajes lejanos.
Por supuesto, si pensamos en quiénes caracterizarían el hilo conductor de algo tan poco común, serían Peter Murphy y Mick Karn una perfecta opción.
Si has escuchado este proyecto, seguramente estarás de acuerdo en que lo primero que podemos decir de él, es que sale por completo de lo común. En 1984 fue el primer momento, en el que ambos músicos decidieron dar forma a tan increíble creación, después de haberse separado de sus respectivos proyectos musicales. (Peter Murphy de Bauhaus. Mick Karn de Japan).
Les hablaré sobre algunas cosas que he experimentado con Dalis Car, y el por qué la considero una de las bandas fundamentales en mi colección musical.
Soy un asiduo seguidor de todo lo que ha provenido de Bauhaus; siempre quedo en total admiración al escuchar cada proyecto independiente de sus miembros, logrando no sólo una total autenticidad que respeta esa obscura fuente fundamental, sino un poder engendrado por una personalidad, que enmarca casi cualquier camino emocional que pueda imaginarse.
Es Peter Murphy quien en este caso ocupará mis líneas. Su voz cavernosa y potente ha logrado comandar e inspirar, a tantos vocalistas desde sus inicios.
Tan única que a veces pareciera distinguirse y apreciarse fuera de lo humano; pero que en este caso, justamente decide dejar su potencia fuera del Dalis Car, logrando explorar tesituras que cuentan más de un Murphy reflexivo y fantástico, que del potente y obscuro vampiro ya conocido.
Este proyecto es casi como un relato de otras dimensiones, mezclando tiempos inmemorables donde todo lo que conocemos como convencional, se ve amenazado y cuestionado.
Karn, además de ser un excelente bajista, denota una creatividad que conjuga melodías y armonías totalmente fuera de lo común. De pronto metiendo teclados, que juegan entre cajas de ritmo y la voz de Murphy grabada dos veces, para lograr un juego de personalidades oníricas dentro de un mundo paralelo.
El primer disco, "The Waking Hour" de 1984, debo haberlo escuchado a principios de los ´90, dejándome completamente perplejo, y literalmente, ¡no comprendí nada! Estaba totalmente acostumbrado a escuchar Bauhaus con sus tonos post-punk, inmersos en una total obscuridad, o a Murphy como solista, siendo que en aquellos momentos su "Deep" ya era bien conocido, y me tenía completamente atrapado.
Recuerdo que de primera impresión, sólo pensé que tendría que darle muchas vueltas más para comprender algo de lo que Dalis Car enmarcaba. Hoy, sin temor a equivocarme en exageración, podría decirles que en estas épocas en las que todo ostenta el nombre de "alternativo", queda claro que el proyecto que este exclusivo dueto lograron construir, incluso rebasa tal adjetivo.
Lo alternativo, a veces parece ya más bien un pobre ridículo, montado por "músicos" carentes de personalidad, que en ultimados términos sólo consiguen dar lástima. Si piensas que estoy exagerando, velo en relación al proyecto que hoy decidí comentar y compartir contigo.
La talla de músicos de los que estamos hablando trasciende décadas, dejando un legado eterno, incluso en su posible ausencia.
Lamentablemente fue en los primeros días del 2011, cuando Mick Karn falleció a causa de un cáncer terminal detectado en 2010. Justo cuando ambos músicos habían comenzado ya a grabar su segundo álbum, del que se alcanzaron a publicar 5 canciones que lograron su curso en estudio, para convertirse en un EP llamado "InGladAloneness", ya ante la ausencia de Karn.
Éste es uno de aquellos proyectos que contados como pepitas de oro, quedan registrados en la historia de la música como joyas escondidas, alrededor de un "Mainstream" a veces demasiado ostentoso y falto de contenido.
Te recomiendo consigas un buen par de audífonos, te recuestes en un lugar cómodo, y en completa soledad emprendas este viaje, que bien podría cambiar tus gustos musicales, o simplemente ampliarlos.
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