Resulta que también sin tenerlo en mente, 2016 representa su décimo aniversario, motivo suficiente para que Justin Warfield y Adam Bravin tomaran iniciativa de revivir tan especial proyecto.
Esta década, que pareciera haber transcurrido en un segundo, me hace pensar en aquellos días en los que SWR fue la banda abridora de Depeche Mode en el Foro Sol para su gira Touring the Angel del álbum "Playing the Angel".
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Justin hace una pausa entre canciones, y recuerda esas especiales fechas lanzándonos la pregunta – ¿Quiénes aquí presentes estuvieron en 2006 cuando abrimos a Depeche Mode?
No pude evitar saltar al instante gritando de emoción ante aquel recuerdo donde privilegiadamente, conseguí entradas para la "fila 0”, que en esos tiempos te llevaba literalmente a metro y medio de tu banda favorita.
Esa noche comenzó mi interés-gusto-fanatismo por She Wants Revenge; era momento de escuchar una extraña fusión enérgica y melancólica de épocas y grupos, donde las tendencias cobraban vida y dinamismo logrando un sentido en línea recta hacia lo que un rato más tarde sería Dave Gahan clavando su mirada con una gran sonrisa a toda la fila frontal del estadio.
Siendo franco, yo fui de los que compré mi boleto en esta ocasión a sabiendas de que escucharía un repertorio poco variado del que presentaron en su última visita a la ciudad en el 2011, ya que su inactividad data de un año después, el 2012, a la fecha de su presente reunión.
No me equivoqué, pues aunque por supuesto variaron algunas rolas, sólo dieron a conocer un único tema nuevo que fue presentado en su encore, llamado "Never", que conforme van pasando los días, adquiere un gusto y arraigo cada vez mayor en mi interior como en tantas ocasiones con este particular dúo.
La letra, ritmos y tonos son por supuesto un claro regreso de la banda, de hecho tiene el sonido característico del primer disco en cierto sentido, que te hace pensar en alguna de esas canciones que quedaron sepultadas en el disco duro de la lap de Bravin.
El tema es otro ángulo de la paradójica y repetitiva tragedia de las relaciones humanas. Y, ¿cómo no? ¡¡Es She Wants Revenge!!
Lo que me gusta y a su vez admiro de ellos, es que nunca te lo hacen aburrido. Las rupturas, parejas fallidas, corazones rotos, deseo sexual atormentado y tanto circundante en torno a las duplas humanas, adquirió una excitante forma en este proyecto esbozado por sonidos del "dark wave - post punk".
La noche del 24, puedo bien decir que cumplieron un buen regreso; tocaron las últimas líneas melódicas en bajo y guitarra de "Someone Must Get Hurt", que en su presentación pasada dejaron irreverentemente fuera; es más, estúpidamente. Un buen décimo aniversario en el que Adam Bravin también dedicó emotivas palabras hacia todos nosotros, con algo así como: "Justin y yo crecimos juntos siendo buenos amigos. Un día no había nada, y al siguiente teníamos algo con lo que nos vimos tocando y en giras por todo el mundo. No sé a qué se dediquen, pero no abandonen esa luz que pulsa fuerte dentro de cada uno. Lo que ustedes quieran, pueden lograrlo."
Más allá de un discurso motivacional, logró decirnos algo sobre la importancia de lo que sienten al estar frente a uno de los públicos que más quieren y admiran. No sólo Warfield aseguró enfáticamente que pasaría poco para volvernos a ver, sino que afirmaron que México está siempre en su lista prioritaria al iniciar una gira.
Banda que me ha acompañado en estos diez años, en casi todos los estados emocionales posibles de una existencia. Las calles lluviosas y caóticas de la ciudad, atardeceres en la absoluta soledad de mi cuarto, rutinas incansables de ejercicio, trayectos a todo volumen en mi auto.... Noches largas con banderas de rojo whiskey.
Habiendo pasado esta especial velada de sábado, no puedo más que afirmar que ansío su regreso con más música y conciertos en nuestra ciudad.
Escrito por ANDROID 101
Fotografías en Pepsi Center CDMX 2016.
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