Hoy desde temprano, he tenido ganas de escribir sobre una canción que hubiera marcado algo particular en vida. Muchas han venido a mi mente por supuesto, pero no tenía forma de conectarme con ese "clic" que te lleva a escribir, hasta hace apenas pocos minutos.
Hay etapas en las que las cosas se mueven extremadamente rápido, momentos en los que no se repara sobre lo acontecido sino hasta tiempo después, incluso años más tarde.
Cuando volteo a ver los años 2007-2008, me doy cuenta de ese efecto en días que de hecho, no sólo fueron placenteros, sino llenos de complicación y dificultad también. Había pasado ya un buen tiempo en el que no había hecho música para nada, sólo repasaba ciertas estructuras rítmicas en mi mente, ya que mi batería había sido guardada en casa de un amigo por falta de espacio en la mía.
El trabajo absorbía la mayor parte de mi día, y constantemente estaba cansado sin fuerza para emprender mucho más que algunas lecturas en mi casa.
Una noche de viernes decidí asistir a un tributo a Depeche Mode en la colonia Roma, y en instantes el panorama se abrió por completo ante mí.
Más allá del evento en sí, tuve la suerte de conocer a quien programaba la música del grupo en cuestión, a quien le comenté después de la tocada que me gustaría armar algún proyecto con él. Accedió a contactarnos bastante amable para encontrarnos en su casa días después, en una zona más allá de Six Flags donde empezaríamos una serie de ensayos que cambiarían mi vida totalmente.
Comenzó una etapa en la que había ya un motivo literal por el cual despertar todos los días, más allá de la rutina hipnótica en la que llevaba inmerso tanto tiempo.
Fue el momento en el que decidí comenzar a cantar, el momento en el que rompí con un paradigma auto impuesto que dictaba "jamás vas a cantar, lo tuyo será siempre el ritmo y nada más".
¿Por qué esa idea implantada por mí mismo? Sólo he concluido que fue el fruto de algún núcleo de inseguridad hasta esos días, cuestión que pude romper al haberme encontrado con este ahora, tan grande amigo que programa música tan especialmente bien.
Tal proceso no fue nada sencillo para mí, después de estar enfermo de las vías respiratorias repetitivamente por varios meses, logré enfocar mi energía para empezar a desarrollar un profundo entendimiento con mis cuerdas vocales.
Eran días lluviosos y llenos de tráfico en los que por la tarde, manejaba hasta la casa de mi amigo para ensayar las primeras canciones de un pequeño repertorio, hasta esos días basado únicamente en Depeche Mode. El track que ha iniciado estas líneas me mantuvo con una extraña energía fluyendo durante meses, que claramente se manifiesta cada vez que llega a mí nuevamente. Fue Abraham, mi compañero de aquel proyecto, quien una noche me mostró la programación especial que había hecho para este tema. La emoción que me sobrevino, fue especialmente porque no había pensado en ella hacía tiempo, además de que la secuencia programada era excelente.
¿Has pensado alguna vez, en la imagen musical que devendría al contrastar la caída de la lluvia contra el sol?
Empecé a escucharla en mi mente hasta en mis sueños, en mis caminos largos al trabajo, mis caminatas nocturnas en los parques que rodeaban mi casa; y finalmente, después de varias semanas logramos una interpretación que lamento enormemente no haber grabado. El otro hecho que también lamento mucho, es que nunca la tocamos en ninguna de las presentaciones que siguieron a aquellos ensayos.
Hoy tengo una tarea, una decisión que he tomado quizás en estos momentos. El rescatar de los escombros de aquel bunker en el que nos reuníamos para ensayar, este track que bien podría hacerte un examen de vida, puede acompañarte perfectamente en la soledad nocturna, puede llevarte a los perdidos parajes de otros tiempos, o bien pudiera darte un profundo sentido de este momento.
Grabación pendiente-----
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