Cuando regreso al 2007, hago un recorrido mental en el que inequívocamente llego a días con lluvia. Mis recuerdos van pasando imágenes dentro de días lluviosos, con el Soundtrack del Year Zero de NIN. Prendo mi laptop, las bocinas con un buen volumen, y le doy play al Halo 24, donde Trent Reznor decidió acercar un panorama apocalíptico bastante particular.
El tema siempre ha estado presente casi en todas partes, ¿Qué pasará el día final de este planeta?
Pero quizás nadie se había adentrado a realizar un proyecto sonoro, tan concreto como Trent Reznor. Mi primer experiencia al escuchar este álbum, fue sinceramente de extrañamiento; pues venía del With Teeth con una tendencia enormemente marcada, siendo éste el disco que los trajo por primera vez a México, concierto en el que estuve a 7 filas del escenario, y con el que pude vivir lo que desde la secundaria, con el Pretty Hate Machine estaba esperando.
En fin, tal anécdota dará pie a un otro escrito, pues tanto el disco como el concierto forman otro abanico de hilos de experiencias..
Year Zero surge, de los experimentos que durante la gira de With Teeth, lograba Reznor en sus ratos libres más trayectos entre ciudad y ciudad. Afirma que fue un disco no tomado de sus diarios, a diferencia de la mayoría de sus trabajos previos. Sino que éste fue más como un colash, desarrollado de la idea concreta del fin del mundo, con una sola dirección y camino al ser elaborado. Y si al leer estas líneas, aún no lo has puesto, te recomiendo lo hagas ya. Estoy seguro que encontrarás mucho más sentido a lo que te digo, e incluso te podré proyectar a esos días quizás.
Mis primeras escuchadas fueron de gran extrañeza, y aunque me pasó algo similar con el Downward Spiral en el 94, las razones y la experiencia misma nada tuvieron que ver, ya que en el primero era un adolescente que descendió a una especie de sub-mundo, y en el 2007 ya formaba parte del mundo adulto, dentro de una realidad que a veces me llevaba a pensar más en el sin-sentido, de lo que yo quería o esperaba. El mundo que se expresa como una barrera metálica, que rodea sin dejar que nada salga ni entre.
Lo que pude descubrir con el paso de los días, escuchando el álbum varias veces al día, fue un mundo totalmente aislado de lo que hasta ese momento, concebía como Nine Inch Nails. Fue como abrir una puerta a un lugar incluso ajeno a Reznor, y en ese momento es que comencé a imaginar visiones, paisajes, escenas, diálogos, personajes, tiempos remotos en los que de no apelar a un poder interno, la muerte te alcanzaría.
Cuando escuchas el YZ sin pausas, puedes darte cuenta de que el viaje es perfectamente dirigido, que no hay escapatoria ni piedad en un mundo venido abajo.
Todas las pistas y mensajes escondidos entorno a este trabajo, comienzan a surgir por todas partes. Páginas web secretas, números que parecen aleatorios con algún significado, USB que aparecían en los baños de las arenas donde NIN se presentaba, el mismo CD que al calentarse la superficie cromada, muestra una serie binaria que al ser traducida, dirige a una página secreta.
Por otro lado, siempre pienso en la constante referencia a seres de otros planetas o dimensiones, que TR insinúa directa o tangencialmente.
¿Qué tanto un posible panorama de fin del mundo, sería más bien una ascención de nuestra propia raza?
Hay quienes dicen haber vivido la experiencia de encontrarse con ella, sin el uso de ningún estupefaciente. Algunos hacen referencia a que pertenece a otra dimensión, mientras otros hablan de "aliens" directamente. Sin entrar en conclusiones ni definiciones tajantes, queda claro que TR mete "The Presence" por algún motivo no claro para el público; pero que en sus letras aparece incluso en trabajos anteriores, como en "The Wretched" de "The Fragile".
¿Qué habrá detrás de esta referencia directa a un fenómeno tan poco claro, pero tan realmente referido por muchos?
Mucho aún por comentar sobre esta grabación, que en mi opinión, llevó a NIN a un campo no solamente nuevo, sino magnéticamente fascinante.
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